Escrito por: Daniel Torres @Daniel03Torres
Lamentamos la muerte de un gran boxeador, no muy lejos de ser una super estrella, fue un hombre que se repuso del fracaso de una vida para escribir su nombre en la historia del boxeo, que sin duda ha sido el peleador que a triunfando en el deporte de las narices chatas, que sin duda ha sido el peleador que a triunfado en el mundo del boxeo con más adversidades en su contra desde el inicio de sus VIDA LOCA.
Su madre murió asesinada de 26 puñaladas con un destornillador cuando apenas tenía ocho años de edad, él sufrió un accidente, estuvo luchando con el vicio del alcohol y las drogas que no le permitió pelear por tres años y medio, a principios de los 90, y en plena juventud, además estuvo ingresando a la cárcel en siete ocasiones, fue hospitalizado en el 2007 por aparente sobredosis de cocaína, y varios días después su cuñado y su sobrino murieron en un accidente de transito cuando iban a visitarlo.
A pesar de todo lo que rodeaba su vida, este hombre cautivó la atención de muchos aficionados y me atrevo a escribir que nunca dio una pelea aburrida, siempre hacia movimientos tipo Nazeem Hamed, o el Maromero Páez, y nosotros los que lo vimos peleando lo adoramos y nos gustó porque era diferente arriba del ring, aunque debajo luchaba día a día con sus demonios y parecía que tenía su vida resuelta con 5 títulos colgados de en las paredes de su casa, una familia preciosa con dos hijos, cuando nos enteramos de su sorpresiva muerte con 45 años de edad y con una hoja de servicio de 58 victorias y 5 derrotas con 30 KO y 2 empates. Conquistó fajas en tres categorías ( súper mosca, gallo y pluma), pero su record no refleja realmente su carisma y como el público llegó a amarlo y que al saber que ha dejado la tierra de los vivientes se despiden de el diciendo adiós a “mi vida loca”.