El dominicano Joan Guzmán, doble campeón mundial de boxeo, estará buscando una tercera faja cuando enfrente al ruso Khabib Allakhverdiev, por el cetro de las 140 libras de la AMB abandonado por el argentino Marcos Maidana.
Tanto Guzmán como Allakhverdiev estarán arriesgando su invicto en la cartelera, la cual será montada el 30 de noviembre del presente año en Bank Atlantic Center de Fort Lauderdale, Florida. Según el criterio de los expertos, el nativo de Guachupita, es el favorito para alzarse con la corona, si logra vencer la bascula, que hasta ahora ha sido el rival más difícil que ha enfrentado en su carrera donde a cosechado 33 victorias con 20 KO y 1 empate, mientras que el ruso ha salido con la mano en alto en sus 17 combates profesionales fulminando a ocho oponentes.
Esta es una buena oportunidad para volver a ser estelar, como una vez lo fue, donde su nombre se bailoteaba con los peleadores más importantes de ese entonces, como Manny Pacquiao, Erik Morales, Juan Manuel Márquez y Marco Antonio Barrera, pero con ninguno se pudo enfrentar, porque no era atractivo para la televisión y muy peligroso para que cualquier manejador arriesgara a su pupilo.
Joan Guzmán ha mantenido su buen record haciendo peleas inteligentes y con púgiles de poco peligro para él, aunque con la calidad necesaria para catapultarlo a los primeros planos de la división, ganando sus últimas tres peleas por nocaut. En tanto que Khabib viene de derrotar por la vía del cloroformo al colombiano Ignacio Mendoza en el séptimo asalto en febrero de este año, y en junio ajustició por la misma vía al Sudafricano Kaizer Mabuza en el cuarto asalto, lo que le valió para ir por este combate titular.
Lo que podría pasar la noche de la pelea es fácil de predecir y creo que todo experto en boxeo tendría un criterio similar, esta es la oportunidad de su vida para Joan Guzmán, pues va contra un peleador que no se caracteriza por tener la pegada anestesiante, pero no puede descuidarse pues este hombre tiene hambre de título. Si el oriundo de Quisqueya, puede llegar en buenas condiciones físicas, con el buen boxeo que le caracteriza, su técnica depurada y el corazón de guerrero que tiene, no hay ruso que pese 140 libras que pueda arrebatarle el sueño de ser triple coronado a nuestro mejor exponente del deporte de las narices chatas, los puños enguantados y los coliflores.
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