Saludos a todos, de vuelta a la columna del 11.
Es difícil creer que el próximo 19 de Mayo se enfrentarán cara a cara en la final de la Champions League Bayern Munich vs Chelsea. Hace dos semanas, aparte de los hinchas blues y Bávaros, nadie apostaba por estos equipos.
Pero, que ha pasado?
Los campeonatos se ganan partido a partido. Tanto los culés, como los merengues, estábamos haciendo apuestas sobre quién ganaba el clásico en la final de Munich.
Comenzaremos analizar la semifinal culé:
Vuelvo
y repito, su fútbol no es tan hermoso como piensan. No se ganan partidos
teniendo posesión de 70% del balón y repartiendo el triple de pases que el
adversario. Les voy a contar un gran secreto que me enseñaron cuando jugaba de
alevín y daba mis primeros pasos en el deporte más hermoso del mundo. Espero
que puedan guardarlo con ustedes y no se lo digan a Pep, o mejor dicho a Tito,
aquí les va: En el fútbol se gana…METIENDO GOLES. Sí, aunque no me lo crean, es cierto! Dominar
la posesión de balón es solo uno de los caminos para llegar al invitado
especial de los partidos, don gol.
Para
todos los fans del Barca, había sido injusta su eliminación. Sentenciaron al
Chelsea del Anti-fútbol, pues aquí les tengo otra noticia: FALSO.
El Chelsea jugo al Catenaccio, una táctica
netamente defensiva, de la escuela italiana de fútbol. Sabía que esperando
atrás al Barca, entregándole la posesión del balón y tomándolos de sorpresa a
la contra, podrían lograr su clasificación. Y no fue casualidad, 180 minutos
son muy largos. El equipo blaugrana tiene muchas fallas a nivel defensivo,
sacrifican esta parte para dar más fuerza a su medio campo, mermado de
jugadores de alta calidad técnica & táctica, pero poco acertados a la hora
de definir. El Chelsea no necesito mucho, 1 despiste de la defensa a balón
parado y 2 contra ataques para sentenciar al Barca.
El equipo Culé es poco educados defensivamente
en su última línea, son buenos recuperando el balón en media cancha, mucha
presión para no dejar salir tocando a su adversario, pero si consiguen mandar
un balonazo largo o un pase dividido, cae el gol. En el momento más inesperado.
Otro talón de Aquiles, es su portero. Valdés
no deja de sorprenderme. Es muy inconsistente, de repente hace un partidazo, y
al otro día comete errores que le cuestan muy caros al equipo.
Ahora con los merengues:
Está claro que nos vimos superados por las
bandas, coentrao fue un desastre en el primer partido, parecía el hijo de
Robben y Ribery, se paseaban todo el partido. Cristiano había encontrado su
kriptonita en el capitán Bávaro, Lahm. Quien no se tragaba sus enganches y
muchas veces le ganaba la posesión. El equipo Alemán, fue muy ordenado
defensivamente, muy típico de los equipos de este país, cortando la
distribución de juego mediante la cobertura total a Xabi Alonso y Ozil. Está
claro que el Bayern tenía mucho tiempo estudiando los merengues. Estaban
jugando su ‘final’ contra nosotros, al ya haber desistido de ganar la liga
alemana ante el poderío del Dortmund. En el primer partido nos salió barato el
2-1, pues nos vimos superado en todos los aspectos de juego.
El segundo partido ya fue otra historia, el
Madrid llegaba empujado anímicamente por la victoria del Sábado ante el FC
Barcelona y por la eliminación de los culés del certamen europeo día antes.
Parecía un cuento de hadas con final feliz para los merengues.
El partido del Bernabéu, fue más equilibrado,
un encuentro muy emocionante, de ida y vuelta. Fue simplemente un espectáculo maravilloso
para todos los que presenciaron el juego. Gran guerra táctica entre ambos
técnicos, jugado al límite por los 22 deportistas sobre la cancha. Los dos
equipos tuvieron chances claras de definir la eliminatoria antes de llegar a
los penales, pero fue la suerte quien decidió el destino de la final. Sin duda,
necesitamos reforzar las bandas, y evitar la cristiano-dependencia.
La eliminación del Real Madrid fue una amarga medicina,
para ubicarnos a todos los hinchas merengues, de que no solo existen dos
equipos en el mundo con la calidad y juego de ganar la UEFA Champions League.
En fin, la Final de la Champions League no la
jugaran ni Juan ni Juana. Ni merengue, ni blaugrana. Ahora a tragarnos la
derrota y aceptarla con humildad. Buenas noticias, en el futbol hay algo más
que el Real Madrid y Barcelona.
Saludos a todos,
Hala Madrid!
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